Texas ha introducido recientemente una polémica ley destinada a abordar el problema de los inmigrantes indocumentados que llegan a Estados Unidos

Los defensores de la ley argumentan que es necesaria para mantener la integridad del sistema de inmigración y proteger los intereses de los ciudadanos estadounidenses. Creen que al detener y deportar a los inmigrantes indocumentados, Texas puede reducir la presión sobre los recursos públicos y garantizar que los residentes legales y las personas nacidas en Estados Unidos tengan oportunidades. También argumentan que esta ley actuará como elemento disuasorio para la futura migración indocumentada, ya que los migrantes potenciales serán conscientes de las consecuencias a las que pueden enfrentarse a su llegada.